Sobre el Autor

Nació en la Cd. de Mérida Yucatán, en el año de 1867. Hijo único de Don José María Evia Carrillo, de origen yucateco y Doña María del Carmen Griñe Calvo, de origen español. En el año de 1869 Doña Carmen Griñe enviuda, y ella y su hijo de dos años, llegan a la Cd. de Campeche a establecerse.

Siendo muy jovencito José María empezó a trabajar para ayudar a su madre; siempre fue emprendedor y muy inteligente, su vida laboral inició en un prestigiado y conocido establecimiento llamado "El pájaro verde" propiedad de su padrino Don Nicolás Ruiz, donde se vendían varias cosas, entre ellas cigarros, papel para elabóralos y tabaco.

Según investigaciones realizadas este establecimiento funcionaba como cigarrera pues al parecer producían los cigarros en cajetillas con la figura de un pájaro verde.

Fue desde ese entonces que le tomó cariño al oficio de cigarrero, trabajó muy duro y con el apoyo de su padrino aprendió muy bien dicho oficio, ya que uno de sus sueños era establecer su propia fábrica de cigarros.

Fabrica de cigarros "La Esperanza"
Fabrica de cigarros "La Esperanza"



En 1891 logró cristalizar el sueño de su vida. Estableciendo su fábrica de cigarros a la que nombró "la Esperanza".

En 1893 y 1895 fue premiado en exposiciones de Chicago y Atlanta, con diploma de honor y mención honorífica, así como con medallas de oro por su buen tabaco y calidad en su papel.

En un principio, promocionaba sus cigarros otorgando premios de hasta $2,500.00 pesos divididos en veinte premios de $125.00 pesos en combinación con la lotería de la Beneficencia; utilizando los periódicos locales para difundir promociones.

La lotería fue uno de los juegos que desde finales del siglo XVIII comenzó jugarse en América, principalmente para calmar el furor que había por la baraja. En México además de la baraja existía la lotería de cartones y la rifa de objetos.

En aquella época se acostumbraban los juegos de azar en celebraciones religiosas y ferias, así en nuestro país se buscaba esa distracción para olvidar los problemas económicos y políticos, de esta manera se disfrutaba entre barajas, ruletas, dados y cartones. Campeche no fue la excepción, durante sus ferias y celebraciones religiosas la población gustaba de jugar y apostar a su suerte.

Por esta razón en el año de 1895 le surgió la idea a Don José María Evia Griñé de crear una lotería que fuera jugada no sólo en ferias y celebraciones religiosas, sino también en las casas con el toque familiar. Para incrementar el interés de los consumidores por sus cigarros, diseñó una lotería casera y le pidió a su compadre, Don Manuel F. Rojas (gran dibujante) que le pintara las 90 figuras sugeridas por el autor y que conformarían la lotería de "la Esperanza", ahora Lotería Campechana. 

A cada figura dibujada se le asignó un número y los dibujos consistían en figuras de animales, personas, objetos y otros temas.

Una vez diseñado el juego mandó a imprimir las figuras con la finalidad de obsequiarlas dentro de las cajetillas o carteras de los cigarros. Así la gente empezó a coleccionarlas para elaborar sus cartillas en casa y jugar a la lotería.

En la fábrica "La Esperanza" se exhibía la explicación de cómo jugar y ganar la lotería, fue tal el éxito de este juego de mesa que rápidamente se fue propagando cada día más, haciéndose cada vez más popular en la sociedad campechana. Don José María disfrutaba enormemente al explicar el juego y percibir cómo iba creciendo el agrado de los campechanos por éste.

Utilizó la prensa para difundir el juego, anunciando que cada cajetilla de cigarros contenía una figura de la lotería cromo litografiada, para que las personas pudieran elaborar sus cartillas. Además ofrecía premiar con dinero en efectivo a las personas que le presentaran la colección de las 90 figuras.

Bastaron unos cuantos años para que este juego fuera conocido por la población y se jugaba en las casas de manera cotidiana, al principio ¡Comprando cigarros y haciendo cartillas! hasta que se empezaron a vender los pliegos con las 90 figuras, producción de Don José María Evia, mismas que registró en derechos de autor.

Fue tan popular el juego en esa época, que algunas personas pintaron sus cartillas a mano, con acuarelas, tintas, lápiz o colores, otras fueron bordadas en punto de cruz, lo cual fomentó un despliegue de creatividad en las personas que tenían el gusto por la Lotería Casera Campechana y por elaborar sus propias cartillas que se convirtió en un arte popular. 

Don José María Evia Griñé y su esposa Doña Librada Ramón
Don José María Evia Griñé y su esposa Doña Librada Ramón
Lotería Campechana
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